top of page
Buscar

Sobre los caminos y las heridas

Las heridas del alma nos motivan en la vida. Suena como una afirmación contradictoria, ¿por qué unas heridas, algo que es intrínsecamente jarto, nos motivaría? Desde la perspectiva del alma, las heridas son aquello que nos pone en el camino de sanación que debemos hacer para poder realizar los aprendizajes que nuestra alma quiere hacer en esta experiencia. Es una forma que tiene el Universo de garantizar que vamos a tomar ese camino. Al final, si tenemos una experiencia maravillosa con todo lo relacionado con el dinero, por ejemplo, porque estudiaríamos y cambiaríamos nuestras actitudes frente al dinero. Si no tuviéramos esa incomodidad inicial no tendríamos esa sensación de necesitar tomar esos caminos de sanación.


Al final, nosotros venimos acá a eso. A experimentar eso que nuestra alma quiere experimentar, este es una especie de curso práctico para aplicar eso que aprendimos a nivel teórico en los planos espirituales.


Hay una frase de Eckhart Tolle que me gusta mucho, dice básicamente que la forma de saber si estamos viviendo la lección que nos corresponde es porque es la que estamos viviendo. Si nos corresponde aprender sobre un tema, tendremos las heridas que nos abrirán ese camino.


En realidad, cuando me senté a escribir este post quería hablar de otro tema. Hablar sobre lo importante que es tener un ambiente que sea seguro para que nosotros podamos ser nuestra versión más auténtica.


Al meditar sobre este tema (y tener mis registros Akashicos abiertos) empecé a visualizar mi propio camino. Como tuve que transitar esos caminos que exigían que fuera una cierta versión y yo cedí ante esa exigencia siendo la mejor de esa versión. Me moví en ambientes que me pedían que fuera lo más pequeña posible para que entendiera mi propio valor. Viví esta experiencia en mi familia, con mis compañeros de colegio, con un jefe que tuve (que literalmente me trataba mal porque hacía más que mis compañeros), tuve esta experiencia hasta con amigos.


Hasta que un día dije no más. Me niego a seguir viviendo así.


A decir verdad, no lo hubiera podido hacer sin la ayuda de mi esposo. Verme desde su punto de vista me abrió los ojos. Me permitió ver mi propia luz. Juntos creamos una familia, un espacio donde es seguro ser la versión más auténtica mía y desde ese lugar he podido crear más de lo que jamás hubiera podido imaginar.


Ahora veo como no hubiera podido llegar a crear toda esta magia sino hubiera tenido estas heridas que me sacudieran y encarrilaran en este camino. Si no hubiera tenido esas experiencias de rechazo no entendería hoy en día el amor como lo entiendo. Seguramente no podría empatizar con las experiencias de los otros, que es el 90% de mi trabajo.


No es cuestión de agradecer por esos tragos amargos sino de entender que los caminos no son buenos ni malos. Solo son. Reconocer que ese fue el camino que mi alma eligió y así como es, es perfecto.


Como este mensaje, que empezó siendo de un tema, parecía que iba a resultar en otro y al final se entrelazaron los dos para crear una sinergia propia.

Comentarios


bottom of page